Un hacker, originalmente, se describe como una persona amante de los ordenadores con conocimientos altos en una o más áreas de la ciencia de la informática, especialmente en seguridad y programación. En definitiva, se trata de usuarios con conocimientos muy avanzados en el funcionamiento interno de los ordenadores y redes informáticas.
Pero, ¿qué hace exactamente un hacker?
Estos usuarios suelen ser muchas veces aficionados obsesionados con la seguridad en las redes, y tratan de averiguar de qué forma se podría acceder a una red cerrada para posteriormente arreglar ese error del sistema. Un hacker también puede desarrollar soluciones contra virus informáticos y programas que distribuye libremente, y ama la informática lo suficiente como para formarse día a día en este arte, sin buscar ningún beneficio secundario u oculto que no sea la satisfacción personal.
Muy al contrario de los hackers, los crackers son lo opuesto a los primeros: sujetos con conocimientos (no siempre altos) de redes e informática que persiguen objetivos ilegales, como el robo de contraseñas, destrozar la seguridad de una red doméstica o esparcir un virus informático a un gran número de computadoras.
Los crackers pueden hacer todo su trabajo buscando tanto recompensas económicas (sustracción de dinero de tarjetas de crédito, estafas online...) como el placer de creerse superiores al resto de la humanidad, o incluso por morbo; un ejemplo sería infestar con un virus los ordenadores de una universidad determinada.